Seguidores

domingo, 20 de mayo de 2012

Grupos de Punt de Patch

Estos últimos tiempos vemos como las ganas de coser y de crear con nuestras manos no paran de crecer: cursos de cocina, de punto y ganchillo, de corte y confección, y por supuesto, de patchwork.

En Punt de Patch estas ganas se ven en el creciente número de personas que entran, nos llaman, o nos escriben, a pedirnos información, y que ha resultado en nuevos grupos de clases semanales.

Para todas las que todavía os lo estais pensando, os informamos de la variedad de horarios de que disponemos:

Mañanas (10 a 12h): martes - miércoles - jueves
Tardes I (16’30 a 18’30h): jueves
Tardes II (18’30 a 20’30h): martes - miércoles - jueves - viernes


  ¡¡¡Seguro que alguno encaja con tu agenda!!!

Me gustan las cosas bonitas

Un libro de Kaari Meng y una charla con una amiga... Estos días me han pasado un par de cosas que me han hecho pensar en las cosas bonitas,...

No me importa si son nuevas o viejas, si son útiles o no, si las voy a utilizar ahora o en un futuro,... pero que sean bonitas,...

Una taza bonita, una copa, ¡unos cubiertos! Me gusta decorar mi mesa con piezas distintas. La combinación perfecta para la vista es la que no combina: una copa de cristal de bohemia junto con una copa comprada a la vuelta de la esquina, cubiertos antiguos y modernos, una fuente de zinc junto con una cazuela de hierro esmaltado. ¡Platos! adquiridos en un anticuario procedentes de restaurantes del pasado, junto con platos de porcelana de Limoges,... yo compro fuentes de cerámica y boles en todos mis viajes. Y compro pocos: 2 boles de un tipo, 3 de otro, una fuente de medidas curiosas,...

La única condición? que sean bonitos y placenteros a la vista.

Las cosas bonitas son para gozar mirándolas. Simplemente mirarlas,...

Yo tengo una caja de botones y cintas bonitas. La abro de vez en cuando, vuelco su contenido encima de la cama y miro y miro cada botón, cada cinta: hay botones de una tienda de Amposta de principios del siglo XX: están cosidos en un cartón y son preciosos; hay botones que me han traído de viajes, y hay botones que he ido comprando yo cuando me he enamorado de su forma, textura y color. Incluso hay botones de los que incluyen de repuesto cuando te compras ropa (algunos son preciosos!). No sé si algún día los utilizaré, ¡pero si no los tengo seguro que no!

Con las cintas me pasa lo mismo: ¡me encantan! incluso guardo las cintas de raso o satén que envuelven los regalos, porque me encanta su tacto entre los dedos,...

Que me decís de las telas,... un mundo aparte,... ¡¡¡hay tantas y tan bonitas!!!

Desde que tengo mi boutique de telas Punt de Patch me he dado cuenta de cuántas somos las que compartimos esta pasión por guardar para no saber cuándo usar, telas bonitas.


Los fabricantes se empeñan en diseñar y diseñar nuevas y nuevas colecciones. Cinco, seis, y hasta siete colecciones al año. Imposible seguir su ritmo: nuestro ritmo de costura es otro! ¿Cuáles son las últimas novedades? ¡Que importa! Una tela bonita es una tela bonita, y no entiende de estaciones ni de últimas colecciones!

Tenemos cajas enteras de telas, compradas recientemente y hace años, y nos gusta mirarlas, ordenarlas por colores, por estampados,... y hacer posibles combinaciones imposibles.

En mi caso, siempre que veo una tela que me gusta mucho la compro, aunque no tenga un proyecto para ella. Seguro que un día u otro le voy a dar un lugar especial en una de mis piezas. Y si finalmente se queda en el cajón de las telas a mirar,... pues eso, qué bonito es mirar las telas de vez en cuando, y soñar en coser y coser todo lo que nunca coseremos.

¡Qué bonitas son las cosas bonitas!



Cosiendo en la calle... con retraso

Los días han ido pasando y pasando, y no había publicado todavía sobre el día en que cosimos en la calle,...

El pasado 5 de mayo, como os anuncié, fue el Día del Comercio en la Calle del distrito de Gracia, donde está ubicada mi boutique de Patchwork.

Y el día acompañó, la verdad! Sol sin calor, mucha gente en las calles, músicos, calles cortadas al tráfico, niños con caras pintadas,...

Se nota que el frío va remitiendo poco a poco y las horas de luz aumentan, y con ellas, las ganas de salir, pasear, charlar en la calle,....

Hacia las 11h sacamos algunas sillas fuera para recibir a las cosedoras que vinieran,... y aunque finalmente fuimos poquitas, lo pasamos muy bien acolchando cosiendo, bordando, y atendiendo a tantas y tantas personas que fueron preguntando.

Muchas señoras que habían bordado toda la vida se sorprendían de ver unos bastidores tan grandes, y se acercaban a ver la labor de acolcahdo a mano.


Lo que más gustó fue la escena de ver mujeres cosiendo en la calle, sentadas en sillas de madera, y charlando y compartiendo. Hubo bastantes fotógrafos también!


¡¡¡El año que viene más!!!